John Harding.La joven que no podía leer

La joven que no podía leer.

Siruela. Madrid, 2015.

280 págs.

19,95 €

 

John Harding (1951) es un reputado novelista británico. Educado en Oxford y forjado como escritor mientras escribía para periódicos y revistas, decidió que quería dedicar su vida a la creación literaria.

Quizá sea demasiado ambicioso afirmar, como así reza la contraportada, que «estamos ante un siniestro relato gótico al más puro estilo de La caída de la Casa Usher o La mujer de negro». No tan gótico, pero sí muy oscuro y revelador es este relato que Harding ubica en un centro psiquiátrico femenino, situado en una isla a la que solo se puede acceder por barco desde el continente una vez al día.

El libro está ambientado en Nueva Inglaterra, en la década de 1890. Un hombre que se hace llamar doctor John Shepherd, nuestro protagonista, llega a un aislado manicomio de mujeres. Su cometido es trabajar como ayudante del director, el doctor Morgan. Shepherd lucha por ocultar sus oscuros secretos, pero pronto descubre que no solo él los tiene, sino que abundan en el centro: hay una mujer desconocida que recorre los pasillos por las noches, una odiosa enfermera jefe que esconde un gran secreto y una última planta a la que está prohibido subir.

Shepherd observa aturdido la crueldad con que Morgan trata a sus pacientes e intenta demostrar que el afecto puede ser la mejor ayuda. Conseguirá que le dejen probar las enseñanzas del libro Terapia moral con una de las pacientes, Jane Dove, que adora los libros, aunque dice no saber leer.

Toda la trama está plagada de incógnitas, incluida la identidad del protagonista. La clave del suspense es que Harding, de una manera magistral, va suministrándonos píldoras de información, para que vayamos desentrañando poco a poco los misterios del propio centro psiquiátrico y de quienes residen en él, personal y pacientes.

Podemos decir que se trata de una novela de suspense, más que de terror gótico; eso sí, adictiva al ciento por ciento. No has terminado un capítulo cuando ya quieres avanzar para descubrir quién es en realidad el protagonista y cuáles son sus verdaderas intenciones, además de averiguar quién es la joven que no podía leer.

Así pues, estamos ante un relato construido magistralmente y que te mantiene en tensión de principio a fin. Si a esto añadimos los elementos de la enfermedad mental, el crimen y los secretos por resolver, estamos ante una maravillosa reinterpretación contemporánea del elemento gótico, tamizado y revisado en el siglo xxi.