Placa mitraica de bronce en el Museo Nacional de Hungría.

El Museo Nacional de Hungría esconde grandes tesoros extraídos de la cercana ciudad romana de Aquincum, así como de otros yacimientos de época romana situados en la región de Pannonia. Lo cierto es que si acudes al museo y no sabes de la existencia de este tesoro puedes quedarte sin verlo. Y es que las dependencias donde se hallan los restos romanos están en un sótano un tanto apartado de las plantas del museo.

Si por fin damos con el lugar, llegaremos a un gran patio, alrededor del cual están dispuestos los vestigios arqueológicos e incluso hay algunas habitaciones anexas.

Mi interés en la visita eran los restos mitraicos, entre los cuales podemos destacar diversas tauroctonías realizadas respectivamente en mármol (vinculadas al culto en el interior de los mitreos), en arcilla (para uso doméstico) y en bronce (probablemente para algún tipo de rito ceremonial). En concreto, la placa de bronce que se encuentra en dicho museo es muy significativa por su riqueza iconográfica. Destaca en ella la profusión de personajes, as. como la presencia en la franja inferior de siete cabezas rodeadas por un círculo (que simbolizar.an los siete grados de iniciación al culto de esta religión mistérica). En la parte posterior encontramos, además, el busto de Sol, la deidad solar.

Tenemos también diversos altares con inscripciones sobre Mitra. Podemos destacar una placa datada entre 250 y 270 d. C. donde es posible leer: “A la invencible deidad solar: ¡Mithras! Antonius Veranus, un muy cortés padre, que felizmente ha erigido [esta placa] en su estado…” Aquí el apelativo “padre” significa el más alto nivel dentro del escalafón de la iniciación mitraica.

Si queréis saber más acerca de la presencia de Mitra en Aquincum, podéis leer el artículo “El culto mitraico en la ciudad de Aquincum” en Mistérica Ars Secreta n.º 9 Especial Arqueología.

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